Hace un año, tres meses y veintiún días, mi mundo se derrumbó cuando me dijeron que había perdido a mi esposo en un accidente de tránsito por culpa de un irresponsable al volante. 💔
Juntos, escalábamos cerros 🏞️, nos aventurábamos en rutas en bicicleta 🚴, y corríamos uno al lado del otro por las calles cercanas a nuestra casa, compartiendo risas y desafíos que a menudo terminaban en competencias 🏆, ¡y sí, también en algunas discusiones! 😅 Pero al final del día, siempre nos reíamos de nuestras locuras. Quien perdía hacía el desayuno ☕.
Durante meses, evité cualquier forma de ejercicio. Me metí en mi cama y me escondí en el trabajo, trabajo y más trabajo. Fue mi forma de ocupar mi mente hasta que un día me invitaron a una caminata. Les puedo decir que experimenté una sensación de paz y liberación. Y lo más especial de todo, sentí a mi esposo conmigo… en el suave susurro del viento. 🌬️ No puedo explicar completamente esa conexión, pero sabía que él estaba presente de alguna manera. Fue como si el ejercicio fuera mi puerta para conectarme con él.
Fue así como me armé de valor para volver a montar en bicicleta. Cada pedalada me recordaba a él así que, ese día, lloré. ¡Sí, lloré a mares mientras rodaba por los lugares que solíamos recorrer juntos! 😭
Hubo momentos en los que la tristeza y la desolación parecían vencerme. Pero, en esos momentos oscuros, la voz de mi esposo resonaba en mi mente: «Levántate amor, vos podés». Fue entonces cuando comprendí que el ejercicio era mi terapia, una forma de expresar y sobrellevar mi dolor.
A lo largo de este proceso, he gritado 🗣️, he corrido hasta que mi cuerpo me diga ¡ya no más! 🏃♀️, nadé 🏊♀️ aun cuando me aterrorizaba nadar en una laguna, pedaleé 🚴♀️, aunque me dolía el alma por no llevar a mi garrapatita. El ejercicio se ha convertido en mi refugio, una vía para procesar mis emociones y seguir adelante. Se convirtió en el medio para descargar mi enojo 😡, para descargar mi tristeza 😢, para simplemente seguir viviendo. Y hoy estoy aquí entre altos y bajos tratando poco a poco de crear disciplina porque le prometí a mi esposo que haría un Ironman en su honor. Aún no lo logro, pero sigo luchando por alcanzar esa meta. Una semana me levanto y me animo y a la siguiente me escondo entre las sábanas. Pero trato de no ser tan dura conmigo misma. 💪❤️
Así que, si alguna vez te sentís sin ánimos 😞, si estás deprimido 😔, si te duele el corazón 💔 y el alma, yo te recomendaría: “Salí, respirá aire puro 🌬️, corré 🏃♀️, subite a una bici y pedaleá 🚴♀️, liberá carga 🗣️, gritá 📣, llorá 😭, reí 😄. El ejercicio es vida, es terapia. 💪❤️» #SuperandoElDolor #EjercicioEsTerapia
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